lunes, 15 de agosto de 2016

Taco Pozo

Nada de lo que nos habían dicho de Taco Pozo le hace justicia. Es cierto que el hotel no es un cinco estrellas, pero por fin podremos decir que dormimos en una gasolinera... y ni tan mal. Hasta eso tuvo su encanto.

Llegamos el miércoles por la noche desde Embarcación algo cansados del viaje. Fuimos recibidos por tres caballos cruzando al galope por la carretera. Era un aviso de lo que nos esperaba por ver a la luz del día.

La mañana del jueves llegamos a la escuela de Secundaria donde Daiana, Claudia y Matilde nos recibieron mejor qué bien, ¡Hasta teníamos un cartel con nuestros nombres! Fue un momento muy bonito, quizá por el cansancio, por la prisa de sacar las fotos o por no saber ya en qué día de la semana estábamos pero fue un regalo ver aquel recibimiento y ese cariño después de 3 o 4 días sin parar.



A media mañana nos llevaron a conocer a una familia muy implicada en la escuela: la señora Nieves preparó el primer mate cocido de Fe y Alegría en Taco Pozo. Y una de sus hijas cedió su casa para iniciar el Jardín de Infantes. Nos recibieron en su casa haciéndonos sentir como en la nuestra. Corriendo llegamos a la escuela Primaria donde pudimos ver la formación de los niños para despedir el día.



Durante la comida pudimos charlar con Mercedes y desengranar un poco el funcionamiento de la escuela. Es impresionante el seguimiento que hacen de los alumnos, la responsabilidad voluntaria de los profesores por conseguir que sus chicos salgan adelante, los ánimos, la paciencia y el interés.

Por la tarde Beatriz nos llevó a la finca donde pasamos una tarde deliciosa y no sólo por la miel. La experiencia de ponerse el traje de apicultor y estar rodeados por miles de abejas es algo impresionante. Además los jóvenes que estaban haciendo sus prácticas fueron muy cuidadosos con nosotros.


Sacamos unos minutos para ir a conocer al equipo de fútbol donde el entrenador nos habló de su preocupación por las niñas que no tienen cabida en deportes de equipo y la necesidad de buscar una actividad que les anime y motive. Desde aquí le mandamos todo nuestro apoyo en su proyecto, es fantástico ver a personas tan implicadas en la comunidad.


Terminamos el día viendo a los alumnos del taller de albañilería hacer las prácticas en el propio edificio del colegio ¡por eso está todo tan bien cuidado!


Al día siguiente conocimos a los jóvenes músicos de Secundaria, fue muy divertido sacarles fotos tan entregados, verdaderas estrellas de la música.


Fuimos corriendo a primaria para terminar de hacer fotos a los más pequeños que nos regalaron unos momentos maravillosos. Realmente terminamos nuestra visita con la certeza de saber que en algún momento tendremos que volver a ver a estos niños, a este gran, gran equipo docente a todas y cada una de las personas implicadas en esta pequeña población en mitad de una interminable carretera con unos corazones tan grandes que nos acompañaran a España de vuelta.















P.D: Queríamos hacer una mención especial a Paquito, el coche de Fe y Alegría. En él hemos viajado junto con Sebas desde Salta-Embarcación-Taco Pozo y vuelta. Ha sido un compañero más en el viaje, una oficina para trabajar, un asiento donde descansar y hasta restaurante donde comer algo rápido en el camino. ¡Gracias, Paquito!

1 comentario:

  1. Blanca y Poncho: hermosas fotos, que captan momentos inolvidables. Creo que pudieron mirar nuestra realidad, nuestro día a día. Sí. Este es nuestro lugar en el mundo y fue muy lindo compartirlo con ustedes.¡Los esperamos para una cosecha de miel!

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