Hemos empezado nuestro recorrido por la escuela más grande
de Fe y Alegría, Solidadridad.
La primera impresión al llegar al centro es la de una
escuela normal, como las que puedes encontrar en España, es cuando entras en
las aulas, hablas con los profesores y conoces a los alumnos cuando te das
cuenta de que es mucho más que una simple escuela.
Empezamos la mañana en la Secundaria, después de recorrer el
edificio intentando sacar fotos a jóvenes vergonzosos que se tapaban la cara,
pudimos grabar algunos testimonios. Aquí estáis acostumbrados, pero para
nosotros es sorprendente escuchar a los jóvenes hablar de una forma tan
correcta. En España los adolescentes suelen tener un vocabulario más limitado y
les cuesta expresarse en ámbitos formales. Los chavales de Solidaridad nos
dejaron boquiabiertos.
Salimos con Nancy a dar una vuelta por el barrio. A los que
no la conozcáis sólo deciros que es una persona con tanta fuerza, con tanta
implicación que sólo por charlar con ella merece la pena volar desde Madrid. En
el camino nos encontramos con la Hermana Margarita que lleva 15 años en el
barrio trabajando para su mejora y apoyando los proyectos de Fe y Alegría. Nos
invitó a comer a su casa donde conocimos al resto de las hermanas, fue
maravilloso poder compartir mesa con aquellas tres mujeres. Dos de ellas con
tantos años como fuerza y ánimos por cambiar el barrio.
Por la tarde visitamos la escuela Primaria donde los niños,
un poco más “descarados” que los de Secundaria se prestaron con ánimo para las
fotos. El los niños de tercer grado habían preparado su exposición de Hansel y
Gretel para que pudiéramos ver sus trabajos (A mí me entraron ganas de robar
una de las casitas de caramelo…).
Al día siguientes comenzamos en Primaria. Todos los niños
formando para cantar el himno, impresiona. Visitamos también el Nivel Inicial
donde vimos la subida de la bandera de los niños chiquitos, un momento bonito y
divertido a la vez, tan pequeños y solemnes…
Volvimos a secundaria a hacer algunas entrevistas más a
alumnos y profesores, personas con mucho que decirnos que lucharon contra su
vergüenza para poder contar sus testimonios.
Cerramos el día en Primaria con la fiesta de la Pachamama
que los niños habían preparado. Fue una suerte poder compartir un momento tan
bonito, creo que aún llevamos papel picado en el pelo. Hasta nos llevamos una
Pachamama y una botella vino para festejar (Gracias, Anita).
¡Por fin conocimos a Sebas! Nuestro taxista y compañero de
viaje en los próximos días.
Gracias Blanca y Poncho por su visita, sus palabras de aliento y su buena onda. Un placer tener visitas de este calibre!
ResponderEliminar